Continuemos las sugerencias de lectura u obsequio, con tres nuevos títulos.
El tema de la "felicidad" ha generado una verdadera riada de títulos.
Muchos de ellos, lamentablemente, poco realistas e inútiles. Ya se expuso en otra sección de este blog (Libros) la referencia de una de las publicaciones más válidas al respecto (Fluir de M. Csikszentmihályi). La obra del filósofo Bertrand Russell se mueve en otros parámetros aunque, igualmente, invita a la reflexión y a la observación sobre un estado que -curiosamente- suele desaparecer cuando se le persigue con ahínco. El título incide en un aspecto bastante esencial: la felicidad, si queremos algo más que un pasajero bienestar, suele implicar el esfuerzo de la "conquista"
Bertrand Russell nació en Inglaterra, en el seno de una familia perteneciente a la nobleza.
Perdió a sus padres siendo muy pequeño y de su educación se encargaron sus abuelos paternos.
Recibió una educación muy esmerada y se especializó en filosofía y matemáticas. trabajando como profesor en diferentes universidades. Su primera obra, Los principios de las matemáticas, -sumamente docta y compleja- lo elevaron al pódium de los mejores filosos de la época. Desde luego, la obrita que nos ocupa, es apta para todos los públicos y de amena lectura. Aunque fue escrita en 1930, la continuas reediciones la avalan como una obra demandada y sugerente, que ofrece pautas lógicas y accesibles para mejorar el bienestar personal.
Este libro, "Comunicación no violenta. Un lenguaje de vida", está considerado uno de los clásicos de la buena comunicación. Incide, con lenguaje claro y directo, en los requisitos que la hacen viable; a observar sin evaluar -cuando esto es posible-, a identificar y expresar sentimientos asumiendo la responsabilidad sobre los mismos y a cómo expresarlos de forma que enriquezcan nuestra vida y la de los que nos rodean. En algunas de sus expresiones y modos es muy "norteamericano", pero las propuestas están expuestas de forma clara y efectiva cara a conseguir lo que nos propone en el título: la comunicación no violenta (y positiva).
Como bien señala la contraportada, con este tipo de comunicación se pretende mejorar significativamente las relaciones con la familia, los amigos y los compañeros de trabajo (ámbitos y roles muy diferentes, cuando no opuestos); mantenerse calmado frente al juicio, la crítica y la rabia (controlando o elaborando emociones negativas que podrían entorpecer la buena comunicación); hablar, pensar y escuchar de tal manera que inspire humanidad y comprensión (a la vez que se evitan enfrentamientos o equívocos); romper patrones de pensamiento que conducen al estrés, a la depresión, a la culpa y a la vergüenza.
En definitiva, un libro clave para todos aquellos que quieran mejorar la expresión de su realidad emocional y la comunicación con las personas que entren su vida, sean quienes sean.
Relacionado con el tema de la comunicación está, necesariamente, el de la escucha.
Lamentablemente, a todos nos gusta ser escuchados pero muy pocos están dispuestos a hacer lo propio y escuchar -verdaderamente- al otro cuando nos hablan. Oímos, pero no escuchamos.
Saber escuchar a los demás es fundamental, no solo como muestra respeto y deseo de comunicación, sino porque nos hace crecer como personas. En este sentido, es el primer paso hacia el conocimiento mutuo. El libro de Francec Torralba se convierte en una breve guía para desarrollar el arte de la escucha y comprender al otro. Todo ello explicado de forma clara y amena. Muy accesible para aquellos que quieran iniciarse en los entresijos de la buena comunicación (o en la colaboración con entidades como la nuestra que hace especial hincapié en la necesidad de una escucha atenta y activa)
F. Torralba es doctor en filosofía por la Universidad de Barcelona y doctor en Teología por la Facultad de Teología de Cataluña. Imparte clases en la Universidad Ramon Llull y, a lo largo de su trayectoria, ha recibido números premios y galardones. Es autor de diversos libros.
Todas las imágenes y/o vídeos que se muestran corresponden al autor o autores referenciados.
Su exposición en este blog pretende ser una contribución a la difusión de obras dignas de reconocimiento cultural, sin ninguna merma a los derechos que correspondan a sus legítimos propietarios.
En ningún caso hay en este blog interés económico
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